jueves, 28 de agosto de 2008

Ensayo de Conciencia Etica

LA CONCIENCIA ETICA EN EL NUEVO SIGLO XXI

El desarrollo humano depende fundamentalmente de las ideas, valores, prácticas, relaciones e instituciones comunitarias y sociales en las que crece la persona, la escuela incluida. Las ideas y valores (la cultura) de la comunidad funcionan como expectativas que la persona debe aprender, es decir interiorizar por medio de la interacción social. Las expectativas sociales se convierten en necesidades, intereses y capacidades que nos definen como seres humanos. El principio de la esperanza en el que nos hemos formado nos dice que aunque el ser humano está condicionado por su ambiente socio-cultural, puede mediante su pensamiento y acción entender, criticar y transformar su relación con dicho ambiente y con ello a sí mismo y a su ambiente.
Iniciamos una nueva etapa en medio de profundas transformaciones económicas, sociales, políticas y culturales.
La situación de crisis de valores que afecta a nuestra sociedad y que toca de cerca a nuestros niños y jóvenes , en muchas ocasiones tiene por consecuencia el desarrollo de actitudes y comportamientos alejados de valores morales, éticos y cívicos tradicionalmente tenidos en alta estima por nuestros pueblos.

La delincuencia, la agresión y la violencia, el uso de las drogas, alcohol y tabaco, los estilos de vida egocéntricos, y consumistas, indiferentes a las necesidades profundas de sí mismo, de los otros y a las normas de sana convivencia social, son testimonio de esta situación de crisis.
Tanto la situación histórica como nuestros principios éticos, cívicos y religiosos nos obligan a promover la formación de personas y ciudadanos con nuevas capacidades y sensibilidades éticas y cívicas.

En este mismo sentido los cuatro aprendizajes fundamentales para el siglo XXI serán aprender a conocer, a hacer, a vivir juntos y a ser. Estas necesidades educativas de nuestro tiempo no se satisfacen con meros conocimientos y destrezas específicos; se trata más bien de fomentar el desarrollo de nuevas mentalidades; de nuevas estructuras conceptuales; de nuevas actitudes y sensibilidades; de nuevas habilidades generales o competencias humanas.


Vivimos un momento en la historia en que nuestros pueblos reconocen la necesidad de comenzar a entender y atender, en forma reflexiva, creativa y critica, en nuestras familias, vecindarios y escuela, el proceso de desarrollo humano y, dentro de ello, el aspecto del desarrollo moral. La escuela tiene que dejar de ser mero centro de distribución de información y desarrollo de destrezas técnicas; debe transformarse en un espacio en el que se promueva en forma deliberada y coherente el desarrollo integral de los estudiantes en sus múltiples dimensiones, debe formar ciudadanos y personas integras capaces de desarrollar dentro de la nueva sociedad del siglo XXI.


¿Cómo podemos reestructurar nuestras familias, vecindarios, aulas, escuelas para que puedan ser agentes efectivos de desarrollo moral? Considero que hay tres cosas que podemos y debemos hacer:
Primero, tenemos que tener una idea clara de qué significa y qué pueden llegar a significar moral y ética hoy día, en el Siglo XXI, en nuestra sociedad. Sería un error pretender que la "moral y ética" en la que nosotros nos educamos va a ser la misma en la que eduquemos a nuestros niños y jóvenes.
Aunque los valores éticos y cívicos más generales puedan permanecer constantes en su núcleo esencial, su interpretación y jerarquía cambia con las necesidades e intereses humanos que surgen históricamente. Muchos, por ejemplo, podemos habernos educado en una sociedad autoritaria, por no decir, dictatorial, y las sociedades autoritarias y dictatoriales generan un cierto tipo de moral y de ética; que es el que las dictaduras o sistemas autoritarios necesitan para sostenerse.


Segundo, una vez que tenemos una idea clara de qué son ética y moral, debemos investigar cuáles son los factores o las condiciones que hacen que unos seres humanos sean ética y cívicamente "competentes" y otros "incompetentes". ¿Por qué unos seres desarrollan su conciencia ética y moral a niveles de excelencia y otros son tan deficientes? ¿Cuáles son los factores o condiciones que pueden dar cuenta de estas diferencias? ¿Cómo se manifiestan en nuestros hogares, vecindarios y escuelas? Tal vez, si descubrimos estas condiciones del desarrollo moral y ético, podemos comenzar a entender dónde es que estamos fallando; entonces podríamos tratar de recrear aquellas condiciones que posibilitan el desarrollo y combatir las que lo obstaculizan.


Tercero, sobre la base de lo anterior podemos adoptar o crear métodos o estrategias de enseñanza y convivencia humana para fomentar la conciencia ética y cívica de nuestros niños y estudiantes. El punto de partida para esta transformación es el desarrollo en los padres, madres y docentes de nuevas formas de pensar, sentir, valorar y practicar la educación, que se traduzcan en nuevas formas de convivencia y de práctica educativa en nuestros hogares, aulas y escuelas.
Toda forma de conciencia lo es de aquello que tiene como contenido de su intencionalidad. Esto es así porque la conciencia no precede a la experiencia sino que se construye en la experiencia misma de su objeto. Por ello la idea que tenemos de lo que es la conciencia moral y su formación en cuanto competencia humana nos viene dictada por el concepto que tenemos de lo que es la moral. Todo proyecto de formación moral descansa pues en una concepción explicita o implícita de lo que es la moral y, por ende, la conciencia moral.


El educador tiene por ende la responsabilidad de clarificar el concepto de moral con el que va a trabajar y asegurarse de que las metas, el contenido y las estrategias de su enseñanza son coherentes con éste. Al respecto destaco cinco ideas fundamentales, relacionadas, en torno a la moral que enmarcan la propuesta de formación de la conciencia moral y ética en cuanto competencia humana:
1. La moral más que con normas y reglas, que suelen ser particulares y relativas a contextos histórico/culturales y grupos sociales específicos, tiene que ver con ideales y valores de carácter general y universal.
2. La moral más que un estado real o ideal, es un movimiento de lucha constante entre lo que son el ser humano, su comportamiento y sus relaciones.
3. La moral más que un orden impuesto de prohibiciones y restricciones impuestas para dominarnos, es un orden de libertades, deberes y responsabilidades construidas consciente y voluntariamente para liberarnos y alcanzar la felicidad.
4. La moral más que el ciego sometimiento a preceptos de una autoridad externa, es la obediencia a la propia autoridad; es un continuo acto de la conciencia y del carácter, que nosotros mismos hemos ayudado a construir.
5. La moral mas que oponer el interés personal al colectivo, es precisamente su reconciliación; es la incansable lucha por establecer un orden social en el que todo ser humano pueda vivir solidaria y dignamente, es decir en libertad y plenitud, tanto personal como comunitariamente.


Considero que nuestra sociedad esta en una constante evolución en la cual nuestro valores y ética profesional se aleja cada vez más de la realidad, por ello es necesario que empecemos a poner en práctica cada uno de los valores que nos forman como personas integras; cómo formar personas si el ejemplo que doy no es el correcto, por ello es necesario que tal y como lo señala Rojas Soriano (1994) “los docentes debemos hacer que los estudiantes conozcan la gravedad de dicho fenómeno a fin de que esta práctica bastante frecuente se destierre poco a poco de nuestro país” , ¿ a qué fenómeno me refiero? simple y sencillamente al del plagio, el cual se ha vuelto una actividad normal en nuestra sociedad; ya que es un fenómeno que va en contra de nuestra ética profesional, ya que existen casos en que los mismos profesores son los que incurren en el plagio. Es por ello que como formadores de individuos dejemos a un lado esas prácticas que van en contra de nuestra moral. Lo decía un profesor de mi formación en la normal “recuerden que los valores y la ética se enseña con el ejemplo”.

Nuestra sociedad aprende de la misma sociedad, apegándose a las normas de conducta y estándares de vida ya fundamentados durante muchos años: lo que hace falta es actualizar y modificar la manera de difundir nuestros valores y ética profesional a toda la sociedad. Si hoy en día son los medios de comunicación lo que tiene más relación con la sociedad, entonces es necesario difundir esos valores de una manera atractiva y dinámica a través de ellos. Como educadora que soy me comprometo a difundir en mis alumnos esos valores basándome en el ejemplo y a partir de ello apoyándome de los diferentes medios de comunicación, como la televisión, radio e Internet.




REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS


1. Morín, Edgar.(1999) “Los siete saberes necesarios para la educación del
futuro”, Correo de la UNESCO.

2. Rojas Soriano, Raúl. (1992) “Formación de investigadores educativos”,
Edit. Plaza y Valdés, México.

3. Etica y moral , Consultada el 25 de agosto del 2008.
Recuperadaen:http://www.iesmurgi.org/filosofia/etica/Etica%20y%20Moral%20Conceptos.htm

CODIGO DE ETICA


CODIGO DE ETICA


Es necesario reconocer que el código no debe ser objeto de reglamentación. La necesidad de tener un código de ética, nace de la aplicación de normas generales de conducta a la práctica diaria. Puesto que todos los actos humanos son regidos por la ética. Es por eso que a continuación se presentará nuestro código de ética que nos formará a lo largo de nuestra maestría:

  • Todos los participantes estamos comprometidos a concluir nuestra maestría de manera favorable sin que nadie se quede en el camino, a menos que circunstancias ajenas a nosotros no los impidan.
  • Del mismo modo nos comprometemos a trabajar y apoyarnos unos a otros, sin que exista algún tipo de rivalidad que impida el crecimiento de nuestra profesión.
  • Los participantes de la maestría nos comprometemos a entregar documentos con ideas propias, es decir nos comprometemos a no cometer plagio, presentando así textos con información confiable, veraz y digna para los lectores.
  • Por otro lado, los estudiantes de la maestría nos comprometemos a entregar y presentar trabajos dignos de su profesión.
  • Los estudiantes de la maestría son concientes y se encuentran con la mayor disposición de aceptar críticas por parte de su tutor y el resto de los participantes, siempre y cuando estas ayuden a la mejora de su trabajo profesional.
  • Los estudiantes del módulo estarán comprometidos con sus trabajos y el de los demás, es decir cuando sea un trabajo en equipo será responsable de cumplir con su parte y ayudar a los demás
  • Los estudiantes serán responsables y puntuales con la elaboración y entrega de sus trabajos.
  • Contarán con un espíritu de investigador, ya que indagarán, buscarán y ampliarán la información para obtener un excelente producto final.
  • Los estudiantes estarán siempre a nuevas propuestas.

    Todas estas responsabilidades quedan sentadas para que los estudiantes de esta maestría las cumplan.